Una vez finalizada la colocación del conjunto escultórico en el Casco Histórico, diseñado y elaborado voluntariamente por vecinos de Artziniega, os presentamos el nuevo mapa turístico en el que se aúnan las pinturas realizadas por las y los artistas locales, esculturas y el patrimonio que atesora nuestro Casco Histórico, elaborado con ayuda del Departamento de Turismo de la Diputación alavesa, y que pretende visibilizar estos elementos y complementar el itinerario propuesto el verano pasado.
ITINERARIO DE ESCULTURAS Y PINTURAS EN EL CASCO HISTÓRICO DE ARTZINIEGA
El Paragüero
Accediendo al Casco Histórico desde Hiriko Atea encontramos la primera de las esculturas elaboradas por vecinos de Artziniega que conforman este itinerario cultural. Frente al palacio barroco que recibe a quien visita el pueblo, en la misma Puerta de la Villa, un paragüero, mueble que existía a la entrada de las casas para dejar el paraguas, sombrero, bufanda… Una metáfora que pretende ser la recepción a quien llegue a este Casco Histórico, un “estás en tu casa, eres bienvenida”. En la parte superior, una ventana forjada, con la cortina medio abierta, corona esta pieza.
Banco de Trabajo
Bordeando el edificio, subiendo por Beratza Aldapa, en la parte superior encontramos la fachada de la Torre de los Molinillo y Velasco, que data del siglo XVI. Frente a ella, encontramos el banco de trabajo de herrero, en “Memoria de las artesanas y artesanos”. Hasta cuatro fraguas hubo en el municipio, una de ellas, precisamente, junto a esta torre. Y es que nuestros pueblos se han construido y sostenido por múltiples artesanos.
Mural del Antiguo Ayuntamiento
Dejando la Torre a nuestras espaldas, culminando la cuesta, la Goiko Plaza se abre ante nuestra mirada. A nuestra izquierda, el antiguo Ayuntamiento y entre sus hastiales el mural que los y las pintoras de la villa van completando en cada edición del Mercado de Antaño, en el que van plasmando los rostros de los viandantes, en una interpretación libre de la “Rendición de Breda” de Velázquez aun sin título.
Atravesando la Plaza y dejando atrás la fuente, accedemos al paseo Lehendakari Agirre. Recorriéndolo hasta el final damos con la Parroquia de la Asunción, edificación fortificada del siglo XVI, y bordeando su trasera descubrimos el mirador de El Campillo.
Escudo de Artziniega
Ahí se ubica quizá la apuesta más ambiciosa de las cuatro obras, moldeadas por un grupo de voluntarios delpueblo, por su conjunto, pero también por lo que representa. Tres torres, una lanza y un árbol forjados. El escudo de Artziniega. Tres torres, y cada una representando a uno de los tres museos que atesora Artziniega:El Sacro, con el dibujo del Santuario; el Etnográfico, con el dibujo a modo de guiño a la Junta de Ordunte que acogía a cuatro pueblos de Artziniega como son Santa Koloma, Mendieta, Soxoguti y Erretes Tudela; y el Taller-Museo Santxotena, con la silueta de la torre de Molinillo y Velasco y a sus pies una pieza del propio artista que representa a nuestra sociedad matricarcal. Completando a todas ellas, un árbol, una encina. Y aunque en el escudo original aparece una lanza, esta ha sido sustituida por una reja del vallado del propio Santuario, en señal de trabajo y paz.
Pinturas de las Bóvedas de la Parroquia
Siguiendo el itinerario y acabando de bordear la parroquia accedemos a Goienkale, donde se encuentra la fachada principal de la parroquia y sus coloridas bóvedas. Obra de los y las pintoras locales durante las ferias de antaño a finales del siglo XX, con técnicas antiguas, que representan santos y santas relacionadas con la villa, en una de ellas, y escenas de la antigüedad, en la otra. Cada una de las pinturas tiene un anacronismo, un elemento actual, como un teléfono móvil o un botellín de cerveza, en la zona de los santos, y un cajero automático o un colchón, en las escenas.
Mesa de la Convivencia
Una vez descubiertos los enigmas de las pinturas, avanzamos por el cantón frente a la parroquia y accedemos a Artekale Plaza, la última parada de este recorrido, pero al mismo tiempo la primera de las esculturas de este conjunto. Titulada “Mesa de la convivencia”, una mesa con dos sillas, una jarra de vino, un pan y dos vasos, que sugiere la necesidad de compartir, conversar, intercambiar y celebrar en unión.
Un recorrido que se completa en Artziniega con otras esculturas públicas como la estatua sedente de Eugenio Garay Rivacoba, junto al ayuntamiento, y que data de 1912; la instalada en 1998 bajo la sombra frondosa de la centenaria encina, en el Santuario, en memoria de la Junta de Ordunte; la realizada en los jardines del mismo Santuario en 2004, y que lleva por nombre “Bildu”, para conmemorar la Coronación de la Virgen; y, la situada frente a la fragua de Pablo Respaldiza, una gruesa barra cuadrada de hierro, en Barrenkale, obra de Luis Padura.